UNA INFANCIA MUY DISNEY

Mi película favorita de la infancia era El Rey León, a pesar de que me daba miedo la canción de la hienas y mis padres siempre tenían que saltarla. Me habré visto si no todas, casi todas las películas de Disney y, tengo que reconocer, que a día de hoy me sigo sabiendo las canciones. Tenía una cierta obsesión con Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas y 101 dálmatas. Otra película que habré visto unas 100 veces es Los aristogatos, me encantaba la escena en la que todos los gatos tocaban jazz en una casa abandonada. Y quién no habrá llorado con la muerte de Mufasa, la madre de Bambi o la mujer de Carl de Up.

Desde siempre he sido muy fan de Harry Potter. Recuerdo que mi padre me insistía en que viera las películas y yo no le hacía caso. Hasta que un día echaron por la televisión Harry Potter y la piedra filosofal y me encantó tanto que cuando acabó busqué a los actores protagonistas por internet. Me llevé una decepción cuando vi que no tenían mi edad como en la película, aun así me acabé viendo la saga completa.

He crecido con series de dibujos animados como las Winx y Código Lyoko. Ya un poco más mayor pasé a las series de Disney Channel como Los magos de Waverlyplace, Zack y Cody todos a bordo, Shake it up o Hannah Montana. He de decir que a mí, y creo que a todos, me daban la vida los crossovers entre estas series.

Juego de Tronos, Friends, Euphoria y Skins son algunas de las series que más me han gustado y que os recomiendo ver. También adoro los musicales, Mamma Mia y Lalaland son dos de mis películas preferidas. Me encantan sus bandas sonoras, así como las de Memorias de África y Happy Feet.

Espero que con este post hayáis podido conocer un poco mi historia y relación con el cine.

Aquí me despido, ¡hasta la semana que viene!